Ojo con algunas frutas en verano y los animales de compañía
La fruta es una gran fuente de salud para nuestro organismo. En verano, con las altas temperaturas, siempre es refrescante comerla. Los pipos de algunas de estas apetecibles frutas de verano como melocotones, fresquillas, nectarinas o albaricoques pueden ser muy peligrosos para nuestros perros.
Para nuestros amigos el dulzor y carnosidad de un hueso de melocotón es una tentación irresistible. A pesar de su pequeño tamaño, cuando estas semillas llegan al intestino, quedan ancladas con mucha facilidad debido a sus rugosidades, produciendo una obstrucción intestinal que, si no se soluciona, puede acabar provocando una perforación intestinal con consecuencias fatales para el animal.
Imagen 1. A pesar del pequeño tamaño de algunas semillas de frutas, es fácil que queden impactadas en el intestino debido a su textura rugosa. La obstrucción intestinal es, si no se soluciona, un problema serio que puede acabar en una perforación.
Imagen 2. Imagen endoscópica de un hueso de melocotón impactado en el duodeno de un perro.
Si vemos o somos conscientes de que nuestro perro se ha podido comer un hueso de alguna de estas frutas es muy importante acudir inmediatamente al veterinario. La confirmación de la ingestión se puede realizar por radiografía o ecografía, siendo esta última más recomendable. Aunque hayamos sido testigos de la ingestión, es conveniente realizar una ecografía para poder localizar el hueso (estómago o intestino).
Imagen 3. La ecografía es una técnica diagnóstica muy eficaz para confirmar la presencia de huesos de frutas.
Los síntomas que puede tener un perro cuando se come un pipo de melocotón pueden ser muy variables dependiendo de la localización del hueso. En un primer momento cuando el hueso está en el estómago puede provocar vómitos o que el animal se encuentre completamente bien sin ningún síntoma. Cuando la semilla pasa del estómago al intestino, que puede tardar hasta meses, es cuando empiezan los problemas y cuando aparecen los síntomas, que pueden ser: vómitos, dolor… El animal deja de comer y de defecar, se deshidrata y finalmente, si no se hace nada, puede llegar a morir por una perforación.
Solucionar este problema por endoscopia cuando el cuerpo extraño está en el estómago es muy sencillo. En apenas unos minutos y sin cirugía ni hospitalizaciones podemos extraerlo por endoscopia. En la mayoría de los casos, después de hacer la endoscopia el animal se puede ir a su casa sin necesidad de hacer ninguna revisión.
Imagen 4. Imagen endoscópica de un hueso de melocotón en el estomago de un perro. Extraer por endoscopia un hueso de melocotón del estómago es muy sencillo. No requiere más que unos minutos y el animal no tiene que ser hospitalizado ni requiere curas postquirúrgicas.
VER VIDEO: Mi perro se ha tragado un hueso de melocotón. Solución rápida
Si el hueso ha pasado al intestino, la cosa se puede complicar y puede ser necesario realizar una cirugía. Por este motivo, si somos conscientes de que nuestro animal se ha comido un pipo de fruta hay que realizarle una endoscopia tan pronto como sea posible.
Nuestro servicio de Endoscopia veterinaria Ayora tiene una experiencia de más de 18 años, además de contar con equipos de última generación que nos permiten afrontar los casos más difíciles. Mediante endoscopia hemos logrado sacar semillas de grandes dimensiones como las de mango.
Imagen 5. Hueso de mango alojado en el estómago de un perro. El gran tamaño de estas semillas y sus bordes cortantes requieren equipo adecuado y experiencia para poder sacarlos.